Madre, vuelo eterno
Eres mi primera ala,
viento suave que empuja mis sueños
y me enseña a elevarme sin miedo.
En tu mirada de cielo
aprendí a buscar horizontes
más allá del temor y la duda.
Tu amor, madre, es vuelo incansable,
un aire puro que sostiene mi vida,
invisible y constante,
como el canto secreto del viento
que nunca se detiene.
En tu abrazo encuentro refugio,
como el nido encuentra al ave cansada,
pero también encuentro impulso,
como la corriente que lleva al águila
hacia la altura infinita.
Volar contigo es nunca caer,
es saber que aunque me aleje
siempre estarás bajo mis alas,
fuerte, serena, eterna.
Madre, tú eres mi altura,
mi raíz y mi cielo,
el vuelo que nunca termina.
