La Navidad del Ser
La nieve cae lenta, dudoso el firmamento,
un fuego que titila, lo absurdo es su reflejo.
En luces y en sombras se esconde el viejo espejo,
el tiempo se detiene y calla su tormento.
El árbol se levanta, su raíz nos encierra,
un símbolo que arde y quiebra la certeza.
Es mesa y es arena, desnuda la belleza,
el brindis es un grito que rasga nuestra tierra.
El niño en el pesebre, en su llanto hay misterio,
no salva ni condena, tan solo nos observa.
Su risa es un abismo, su luz, que siempre hierva,
nos muestra la ilusión que habita el cautiverio.
Navidad no redime, mas deja una mirada,
un eco que resuena en lo eterno y lo vano.
Es día de silencios, de un vínculo lejano,
donde el sentido nace de la nada forjada.
