La amistad, un lazo puro y sincero,
brilla como estrella en la oscuridad,
pero su fulgor es frágil y ligero,
puede desvanecerse en la tempestad.
Con risas y sueños se edifica,
mas un malentendido puede herir,
y en un instante la unión se complica,
dejando el corazón en un sufrir.
Recuerda que en el viento se lleva
el eco de promesas y de fe,
y aunque el tiempo nos intente probar,
la esencia de un lazo que se eleva
requiere cuidado, amor y querer,
pues la amistad es un tesoro a cuidar.