Hueles a prado recién nacido,
a hierba que canta bajo el rocío,
a pétalos suaves de flores silvestres
que el viento recoge con mimo sencillo.
Tu aroma despierta la brisa dormida,
es perfume de tierra y de sol,
una mezcla de vida que explota en el aire,
un susurro de mayo en cada rincón.
Hueles a lluvia que besa los campos,
a mañanas que laten de amor,
a promesas bordadas con luz de azahares
que el día desliza con su resplandor.
Eres la esencia de un mundo naciente,
primavera que invade la piel,
y al respirar tu fragancia tan pura,
es como abrazar el renacer.