El gorrión entristecido
En la brisa del alba suspendido,
un gorrión de tristeza consumido,
canta un himno de sombra y desvarío,
su lamento es del viento fiel rocío.
En sus alas de nácar y ceniza,
duermen sueños de luz y de caricia,
pero el alba le niega su consuelo,
y en su pecho retumban ecos yelo.
Murmurando tu nombre, flor de luna,
surca el aire y la sombra se desgrana,
que tu ausencia le quema como brasa,
que tu risa es su cántico y su casa.
Oh, amor, que en su pecho fue estandarte,
hoy es luto de un cielo sin alarde,
y en su trino se ahoga la esperanza,
pues sin ti, su destino es la balanza.
Si su vuelo naufraga en el poniente,
es que lleva el pesar de un sol doliente,
mas si un día sus alas tú redimes,
cobrará su cantar fulgor sublime.
