Égloga urbana de Leo y Sofía
En una plaza de asfalto, bajo el brillo de neón,
Donde el amanecer tiñe los rascacielos de oro,
Se encuentran Leo y Sofía, amantes del tesoro
Que es su amor, latiendo al ritmo de la gran ciudad en acción.
Leo:
Oh, Sofía, luz de mis días en esta jungla de cristal,
Tu belleza eclipsa el resplandor de las pantallas.
¿Cómo expresar este amor que supera murallas,
Que florece cada día en este paisaje artificial?
Sofía:
Mi querido Leo, bohemio de mirada profunda,
Tu amor es el oasis en este desierto de cemento.
Como el wifi se conecta a cada dispositivo atento,
Así mi alma a la tuya eternamente se funda.
Leo:
Nuestro amor, cual puente de acero, resiste tormentas,
Se fortalece con cada atardecer entre edificios.
Ni el estrés ni las prisas lo han llenado de vicios,
Pues nuestras almas unidas trascienden las afrentas.
Sofía:
En tus brazos hallo refugio del ruido y el caos,
Tu voz es la melodía que silencia el tráfico.
Unidos por el destino en un amor magnánimo,
Nuestro amor es tan vasto como el cielo que nos dio.
Leo:
Prometo amarte, Sofía, más allá de esta era digital,
En cada mensaje enviado, en cada “me gusta” recibido.
Que nuestro amor sea un podcast jamás interrumpido,
Una conexión inquebrantable, siempre viral.
Sofía:
Y yo a ti, mi Leo, te entrego mi corazón sincero,
En esta vida y en las actualizaciones por venir.
Que nuestro amor sea eterno, sin dejar de latir,
Como el flujo incesante del metro mañanero.
Juntos:
En esta urbe testigo de nuestro amor ardiente,
Juramos fidelidad eterna, a prueba de cortafuegos.
Que el eco de nuestros emojis sea un eterno juego,
Y nuestras almas unidas, por siempre en la corriente.
