Despertar de un sueño.
En el rincón del alma, un susurro se despierta,
donde el viento acaricia las hojas del olvido,
se alzan sueños dormidos en la tierra abierta,
tejiendo con luz el tiempo compartido.
El horizonte canta con voz de mariposa,
y cada pétalo guarda un secreto de amor,
las estrellas, cómplices, en danza silenciosa,
dibujan en el cielo un efímero fulgor.
En la mirada se esconde la ternura del viento,
la esencia de lo eterno en el abrazo callado,
y en el eco de un verso, el universo atento,
se despliega en el alma su misterio dorado.
La luna, testigo fiel de la noche serena,
besa el río que lleva memorias de cristal,
y en el eco distante de la naturaleza plena,
se encuentra el latido de un mundo inmortal.
