—Llama de Esperanza—
En el frío abrazo de la lluvia que cae,
Mi corazón se sumerge en su tristeza y desdén,
Pero en medio de esta oscuridad, una chispa aún arde,
La llama de la esperanza que no dejaré perecer.
Grabaré tu figura en lo más profundo de mi ser,
Como un recuerdo eterno que no puedo desvanecer,
Aunque la tormenta arrecie y el cansancio me embargue,
Tu imagen permanecerá, una luz en mi penumbra.
En cada gota de lluvia, encuentro consuelo y calma,
Como si fueran lágrimas del cielo que lavan mi alma,
Y en el frío que envuelve mi cuerpo y mi mente,
Encuentro la fuerza para seguir adelante, valiente.
Aunque la locura amenace con nublar mi razón,
No permitiré que me consuma, ni que me haga prisionero,
Pues en la oscuridad encuentro la semilla de inspiración,
Para renacer y convertir mi hastío en un nuevo sendero.
En este momento de introspección y melancolía,
Voy a abrazar mi propio ser y encontrar la energía,
Para enfrentar los desafíos con valentía y esperanza,
Y encontrar la belleza del momento, sin importar su circunstancia.
La lluvia seguirá cayendo, fría y persistente,
Pero dentro de mí, arde un fuego incandescente,
Un fuego que ilumina mi camino y me guía,
Hacia la renovación y la plenitud que anhelo cada día.
Nunca quedaré sumido en mi cansancio y hastío,
Sino que abrazaré la vida con pasión y desafío,
Porque en cada día hay una oportunidad para renacer,
Y en cada tormenta, hay un regalo que debo aprender.
