#Cubanos #Habaneros #Mujeres #PremioCervantes #SigloXX #1953 #PoemasSinNombre
Era coja la niña. Y aquella su cojera era como un ondulamiento
Vienes por fin a mí, tal como eras, con tu emoción antigua y tu rosa intacta, Lázaro rezagado, ajeno al fuego de la espera, olvidado de desintegrarse, mientras se hacía polvo, ceniza, l...
Sobre mi boca está tu mano; tu man… Infinitamente dulce. (A través de… la canción rota como un poco de ag… Sobre mi corazón está tu mano: peq… (Abajo, el corazón se va aquietand…
Poesía y amor piden paciencia. Am… Esa preciosa, aromática resina que…
Señor mío: Tú me diste estos ojos… Rey jurado de mi primera fe: Tú m… Dulzura de mi ardua dulzura: Tú m… Soplo de mi barro: Tú me diste es…
Yo dejo mi palabra en el aire, sin… Porque ella no es un arca de codic… coqueta que trata de parecer más h… Yo dejo mi palabra en el aire, par… la estrujen o la expriman.
Está bien lo que está: Sé que todo está bien. Sé el Nexo. Y la Razón. Y hasta el Designio.
Echa tu red en mi alma. Tengo tam…
La Araña gris de tiempo y de dist… tiende su red al mar quieto del ai… pescadora de moscas y tristezas cotidianas... Sabe que el amor tiene
No cambio mi soledad por un poco d… Pero es que el mucho amor también…
Red tejida con hilos invisibles, cárcel de aire en que me muevo ape… trampa de luz que no parece trampa y en la que el pie se me quedó—ent… de luz también...—bien enlazado.
Apasionado y febril como el amor d…
Dichoso tú, que no tienes el amor… Dichoso tú, que puedes encerrar tu…
En cada grano de arena hay un derr…
Ayer me bañé en el río. El agua e… El agua estaba fría; chocaba contr… Y mientras todo el río iba pasando…