Ella es mas que solo piel, es mas que huesos hambrientos, mas que miradas perdidas, mas que sexo en las noches de alcohol, mas que odio y distracción, mas que un momento perdido. Ella no es solo una mujer, es una oportunidad de querer, de arriesgarte, de escupirle a la vida, de embriagarte con besos, de sentenciar a la rutina y saltar desde una nube hasta el jodido infierno. Ella es hielo en el infierno, es pecado y droga. Ella es mas que solo inspiración.

Ella no es un poema que vivirá eternamente, ella da vida a esos poemas, a los halagos, a las lecturas, a la música. Ella puede causarte una erección al contarte de su vida, de sus tropiezos. Ella te pondrá celoso y no por verla con otro hombre, sino por el caos que la abraza tan fuerte que parecerá que quiere arrancarla de ti, pero no le creas, no confíes en la distancia si se trata de ella, pues ella es ausencia la mayoría del tiempo.

Ella es mas que una mujer, es mas que perversión cuando quiere divertirse, es mas que ternura cuando quiere, es mas que simple ira en la boca del demonio, es sarcasmo en la boca del infante, es represión en los prisioneros fugados de la cárcel, es libertad en una caja de cartón donde se sufre, se llora, se crece. Ella se vuelve tiempo en tus brazos, miel en tus manos, ron en tus venas, fuego bajo tu cintura, placer en tu pecho, ella es mas que solo eso... ella es lo que no tendré por ser un idiota.

Ella es peligro, es aviso de precaución en las curvas peligrosas, y sus curvas matan; sus pechos son dioses, sus caderas son malévolas, su boca una terminal del deseo, sus piernas un recordatorio de lo que es estar en algún edén. Ella es todo lo que se escapo de mis manos.

Ella es todo el deseo que ya no puedo contener, toda la magia que me hizo creer en fantasías, toda la maldad que me hizo odiar el mundo, toda la sabiduría que me hizo aceptarlo. Ella es el conjunto de todos los besos que aun le debo, el abrazo de la nostalgia que deje en su ombligo.

Ella es el conjunto de todo lo que perdí, y si quieres enamorarla, si quieres saltar sin paracaídas y aguantar sus migrañas, sus susurros, sus cambios de animo, sus reclamos absurdos, sus defectos encantadores, sus momentos insoportables. Si quieres enamorarla, a ella, a ella que no es solo una mujer, sino la suma de todo lo que aprendió conmigo, y todo lo que le enseñaron los que estuvieron antes de mi, no la trates como a una simple mujer.

Ilustrador:desconocido
G.LL