POESÍA JAPONESA
La verdad es que te quiero aquí co… entre mis dedos y mis delirios colándote entre mis brazos. Yo lamiéndote el ombligo te amo, por ser el rocío que empap…
Aquellas manos etéreas querían tocarme, pero no podían, yo, estaba lejos, muy lejos. Al otro lado del horizonte
Déjame llorar por ti hace mucho que te rompiste a mí, me dejaste rota y combatí el mundo se hundió a mis pies, pero como rocas en la mar, yo luch…
Odio pensarte con alguien más camino por mi ciudad es de noche y no quiero decirte na… es mejor esperar a la mañana. Sé que estás con alguien
Dame un beso que necesito subir al… déjame acercarme que no me como a… dame ese beso que quizás me envié… y allí me quedaré muriendo. Venga, sabes que estás deseando
Hubo espacio en MI carne para ti, que deseas el querer de mis días mis besos fueron versos, melodías con poemas todo mi amor te di Amor tan nuestro, el alma me bebía…
Las cebras pastan en el atardecer. Estío en África. Sacando el agua la mujer africana.
En el oscuro callejón no llegaba ni la luminosidad de la luna, un ser pequeño estaba encima de una persona, comía con fruición, sonreía a la noche satisfecha. Susurros en el viento le l...
Ella tenía un hablar sedoso, que acariciaba, una mirada verde, suave como el terciopelo. Sus manos tienen gráciles
Y, quiero liarte amor entre mis brazos, atarte a mi alma. ¡Sentir como el deseo, enreda nuestra bocas!
Amigo mío, no creas que no te quie… no pienses que ya no estoy a tu la… me enamoré de él, pero tú eres mi… Déjame recitarte un poema de esos que te gustan
Hay rimas bellas en el hermoso cuerpo canta al otoño. Al son de un triste fado, cimbrea la cintura.
Prefiero quemarme a que me dejes apagarme como una pavesa. Esto parece una tragedia griega eras mi Dios, miento aún lo eres,
En un mar de hierba margaritas le bailan nubes brillando Verano insomne toda la ciudad rosa
Patos nadando árboles, viento, lluvia ventana se abre Rayos de luna navegan en el barco