Mis labios se secaron
Mi derecha se paralizo
Mi sangre, mi tinta se evaporo
Mi izquierda jamás te soltó
Todos al unísono del rugido y la flama que encendió un beso, una caricia, una mirada.
Un beso de este corsario, un beso del prohíbo
De este tu bandolero, el muchacho moreno, aquel que no llego antes por disfrutarte más
Aquel que besa tu mano frente a los demás y en nuestra profunda, secreta y hermosa soledad intenta desgarrar tu piel para llegar a tu alma
Te prometo sutileza a cambio de tu belleza
Te prometo discreción a cambio de un beso al final de la estación
Te prometo mi vida para impedir tu partida.