Señora, el Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura. No pidas paz a mis brazos

Huye el año a su término como arroyo que pasa, llevando del poniente luz fugitiva y pálida. Y así como el del pájaro

En las pálidas tardes yerran nubes tranquilas en el azul; en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas. ¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces…

Franca, cristalina, alma sororal, entre la neblina de mi dolor y de mi mal! Alma pura,

Es algo formidable que vio la viej… Robusto tronco de árbol al hombro… Salvaje y aguerrido, cuya formida… Blandiera el brazo de Hércules, o… Por casco sus cabellos, su pecho p…

De D. Luis de Góngora y Argote… Mientras el brillo de tu gloria au… ser en la eternidad sol sin ponien… fénix de viva luz, fénix ardiente, diamante parangón de la pintura,

En el kiosco bien oliente besé tanto a mi odalisca en los ojos, en la frente, y en la boca y las mejillas, que los besos que la he dado

¡Ea! apretad esas cinchas y apercibid los overos; y que ya tasquen los potros el bocado de los frenos. Preparad las jabalinas,

¿Cuentos quieres, niña bella? Tengo mucho que contar: de una sirena del mar, de un ruiseñor y una estrella, de una cándida doncella

La tigre de Bengala, Con su lustrosa piel manchada a tr… Está alegre y gentil, está de gala… Salta de los repechos De un ribazo, al tupido

Un poeta egregio del país de Fran… que con versos áureos alabó el amo… formó un ramo armónico, lleno de e… en su Sinfonía en Blanco Mayor. Yo por ti formara, Blanca delicio…

¡Divina Psiquis, dulce mariposa i… que desde los abismos has venido a… lo que en mi ser nervioso y en mi… forma la chispa sacra de la estatu… Te asomas por mis ojos a la luz de…