#1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo
¡Carne, celeste carne de la mujer!… —dijo Hugo—, ambrosía más bien, ¡o… la vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso:
El mundo en sus ejes rueda en continuo movimiento sobre el humano cimiento... Así rueda el pensamiento de Don José de Espronceda.
Del país del sueño, tinieblas, bri… donde crecen plantas, flores extra… entre los escombros de los castill… junto a las laderas de las montaña… donde los pastores en sus cabañas
La tortuga de oro camina por la al… y traza por la alfombra un misteri… sobre su carapacho hay grabado un… y círculo enigmático se dibuja en… Esos signos nos dicen al Dios que…
¡Advierte si fue profundo un amor tan desgraciado, que tuve odio a un hombre honrado y celos de un moribundo!
Quiero expresar mi angustia en ver… dirán mi juventud de rosas y de en… y la desfloración amarga de mi vid… por un vasto dolor y cuidados pequ… Y el viaje a un vago Oriente por…
Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas
¿Cuentos quieres, niña bella? Tengo muchos que contar: de una sirena de mar, de un ruiseñor y una estrella, de una cándida doncella
En el país de las Alegorías Salomé siempre danza, ante el tiarado Herodes, eternamente. Y la cabeza de Juan el Bautista,
A un cruzado caballero, garrido y noble garzón, en el palenque guerrero le clavaron un acero tan cerca del corazón,
Como era el instante, dígalo la mu… Que las dichas trae, que las penas… La tristeza pasa, velada y confusa… La alegría, rosas y azahares nieva… Era en un amable nido de soltero,
Una mañana de invierno hallé en el suelo, aterido, con el cuerpo todo trémulo y alas húmedas, un mirlo. «Hasta con las pobres aves
Francisca, sé suave, es tu dulce deber; sé para mí un ave que fuera una mujer. Francisca, sé una flor
Recuerdas que querías ser una Mar… Gautier? Fijo en mi mente tu extr… cuando cenamos juntos, en la prime… en una noche alegre que nunca volv… Tus labios escarlatas de púrpura m…
Era un aire suave de pausados giro… el hada Harmonía, ritmaba sus vuel… e iban frases vagas y tenues suspi… entre los sollozos y los violoncel… Sobre la terraza, junto a los rama…