Andando voy con mi ilusión a cuestas
sin darme todavía por vencido,
pues sigo siendo lo que siempre he sido
y he de morirme con las botas puestas.
Tengo unas ganas más que manifiestas
de continuar el mismo recorrido
que ya hiciera y por harto conocido
fácil sería remontar sus crestas.
Mis facultades tengo bien enhiestas
al igual que el espíritu subido,
por lo que ambos podrían dar respuestas
cumplidamente y a cualquier pedido
que se me hiciese, porque más que prestas
están para cumplir su cometido.