¿Y qué es amor?, me preguntaste un día,
poniendo en mí tus inefables ojos
y yo te respondía entre sonrojos
que era aquello que viéndote sentía,
compendio de ternura y alegría,
como también un cúmulo de antojos
de quien se ama y que con mil cerrojos
dulcemente en el alma guardaría.
Así como lo siento te lo digo
y espero que lo entiendas fácilmente,
para si quieres comprobar si es cierto
o lo repito y con placer me obligo
a decir que te quiero, nuevamente,
añadiendo lo tomes como aserto.