Huyendo de la cruda realidad,
en facebook me refugio cada día
y tomo mis raciones de alegría
tratando de vencer a mi ansiedad.
Así es como la venzo y es verdad,
que si otra cosa digo, mentiría,
y añado que también la poesía
influye en conseguirlo cantidad.
Siento de este quehacer necesidad,
porque me encuentro bien en compañía
de gentes que me ofrecen su amistad,
generando a la par esa empatía
que acaba con la triste soledad
y disfrutando todos a porfía.
Se acaba la apatía,
al encontrarse en él la facultad
de exhibir nuestra santa voluntad.