Nada del otro mundo te he pedido,
al igual que muy poco te he entregado,
pues desde siempre estoy acostumbrado,
por timidez, a ser muy comedido.
Limpia de polvo y paja te has salido,
que el toma y daca se quedó saldado
perfectamente y todo se ha quedado
como cuando nos hemos conocido.
Ninguno de los dos hemos perdido
y pienso que tampoco hemos ganado,
por lo que creo que si hubiera sido
en un juego de fútbol, empatado
sería lo que habríamos conseguido
y eso es lo que al final nos ha pasado.
Cada cual por su lado,
sabrá si es que ha gozado o ha sufrido
en este extraño y singular partido.
En lugar de fotografía, coloco una décima que nada tiene que ver con el soneto.