Cuando llega el amor a nuestra vida
del alma se apodera por entero
y deja a lo demás al retortero,
haciéndolo, además, más que enseguida.
Desde el mismo momento en el que anida
siempre va a estar en el lugar primero,
sobre todo si es grande y verdadero,
porque no existe nada que lo impida.
Pretenderá que se le entregue todo
y lo va a conseguir de cualquier modo,
quizás algunas veces con paciencia
y astucia si resulta demasiado,
mas cuando lo que ofrece se ha probado
se lo van a entregar... y con frecuencia.