Si miras hacia atrás, y esto es un hecho,
verás que peor que tú se encuentra gente
que jamás se ha encontrado frente a frente
con algo que le deje satisfecho.
Los hay que hasta no viven bajo techo
ni encuentran nada para hincar el diente
y van por un camino tan pendiente,
que no hay un solo trecho sin repecho.
Asumamos la suerte que nos toca
y cuando a alguno le parezca poca
que procure aumentar la que le han dado
trabajando y seguro lo consigue,
que de este modo llega el suma y sigue
y en lugar de envidiar, será envidiado.