#EscritoresEspañoles Carolina Coronado
Tú, huéspeda de villa populosa, yo de valle pacífico vecina, tú por allá viajera golondrina, yo por aquí tortuga perezosa: tú del jardín acacia deliciosa,
Pálida está Magdalena, grande pena sufrirá, los ojos hundidos tiene reventando por llorar. El talle encorvado al suelo
¡Ya viene, mírala! ¿Quién? —Ésa que saca las copias. —Jesús, qué mujer tan rara. —Tiene los ojos de loca. Diga V., don Marcelino,
Ya el almendro de flor está cubier… ya he visto a la primera golondrin… de su antigua morada tras la ruina cruzar por mi ventana en vuelo inc… ya ha brotado en el césped de mi h…
Ya no es tan joven mi vida que desde esta cima, hermano, logre ver distinto el llano donde quedó mi niñez. Es la pradera florida
Aquí tienes al anciano terminando su agonía, y al niño en el mismo día empezando su vivir. Escucha cual suena, hermano,
Levanta lira caída; ven, que el dolor te convida con mil tonos acordados tengan también en la vida su fiesta los desdichados.
Una noche de enero tempestuosa a la luz que agitaba recio el vien… trasladaba al papel su pensamiento una mujer, con mano presurosa. A veces dél la blanca pluma alzaba…
Si mi extranjera planta, lusitanos… gustaseis cortesanos por la tierra guiar, para mí extra… a cantaros iría una tierna poesía
Aqueses mountinos Qui tá haütes soun. Doundines, Qui tá haütes soun, Doundoun,
Para ponerte, como pides dentro, sin que te escapes de la floja oct… es preciso mirar cómo se clava tu nombre, Pepa Juana, aquí en el… si por fortuna consonante encuentr…
Vamos a vindicar de Extremadura la capital oscura y a levantar en palmas, extremeños… que, por Dios es vergüenza, que otra ciudad nos venga
¡Piedad!... Virgen, arráncame y l… de entre estas rocas donde estoy h… hieren sus filos mi desnuda planta… no hay senda abierta y moriré en l… Corrí sin tino tras lejana estrell…
Y en tanto que la turba descreída se mofa de lo bello y de lo santo, Mi loca fe, mi fanatismo es tanto, que de error en error desvanecida tomo por bella flor la hoja caída,
Yo elijo la postrera de tus hojas, yo voy a anticipar tu despedida; ya blanco libro, que mi nombre alo… sabes cuál es tu término en la vid… ¡Ay! si también pudiera el alma he…