#EscritoresEspañoles Carolina Coronado
En la raya que divide el Portugal de la España, al lado de un regatillo a unas encinas pegada, como a un cardo un caracol
Rioja vive en ellas, Rioja en esas flores que brillan a mis ojos aún más bel… porque son de Rioja los amores. Esos albos jazmines
De tus ojos, bella Flora, muy bella será la llama, cuando aquí llega la fama de su brillo y su beldad, Y cuando yo desdeñando
¿Qué hace la negra esclava, canta… Tú, Europa, gran señora, que a tu servicio espléndido la ti… responde, ¿llora, canta, o dormida a tu planta
¡Salud, dulce golondrina, allá en el suelo africano bella, errante peregrina; salud, perenne vecina del ardoroso verano;
Pues eres tú forastera recién llegada a la vida, te contaré, mi querida, lo que tienes que sufrir; te gané la delantera
Y tú ¿quién eres de la noche erran… aparición que pasas silenciosa cruzando los espacios ondulante tras los vapores de la nube acuosa… Negra la tierra, triste el firmame…
La niebla del diciembre quebrantab… del sol los melancólicos fulgores cuando en mi corazón de tus amores el acento primero resonaba. El segundo diciembre se acercaba
Lágrima viva de la fresca aurora, a quien la mustia flor la vida deb… y el prado ansioso entre el follaj… gota que el sol con sus reflejos d… Que en la tez de las flores seduct…
¡Eh!... peregrino que por esta vía atraviesas con planta indiferente, ¿Vienes tal vez de tan remota gent… que el duelo ignoras de la patria… ¿Cómo no lloras ¡ay! cuando sombrí…
¿También aquí, Señor, en las entr… del solitario monte a los oídos vienen a resonar voces extrañas, gritos de guerra y ecos de gemidos… Negra sombra desciende a las cabañ…
Esta serenidad de la campiña, la virginal vegetación del suelo que a nuestros ojos representa niñ… la vieja tierra; el canto, el mans… del bando de aves que hacia aquí s…
Oh de la madre tierra hija mimada, fruto delicioso, que en su espíritu encierra hechizo venturoso, divino ardor, perfume glorioso!
Libre será la voz, fuerte el alien… sonoro el instrumento que vuestro canto, Alfonso, han so… cuando torpe y doliente la humanidad presente
Yo no quiero de los campos los árboles ni las parras ni la multitud vistosa de sus bellísimas plantas; Pero un espino florido