Dos modos de ver revela el anciano:
Si miras la montaña o bien ves un samán en el árbol de la tarde,
o bien una anaconda.
Dos modos de preguntar revela el anciano:
Si vas en la noche a tu hamaca o bien –como ellos– te echas a dormir
o bien sueñas y encuentras el camino.
Dos modos de escuchar revela el anciano:
Si pegas tu oreja a la tierra quizá escuches la canción del mar
o el rugir de los ejércitos que avanzan al naufragio.