No habrá una noche perdida en el abismo,
ni celestes ornamentos que vaguen a lo efímero,
ni serenos desastres que irrumpan más tu sueño,
ni monstruosas tempestades que hagan plausible el frío...
No habrá motivos para pensar que existes sola,
ni podrán las horas que te ahoguen en vacío;
no serás un sueño que jamás habría cumplido
por la mañana ausente que habría llegado en celo...
No querrás así soltar mi mano,
no verás la oscuridad de estar conmigo,
no, jamás, ni siquiera se te ocurra
que no sea yo no estar contigo;
porque te amo más allá de lo evidente,
porque hay veces que me muero en el suspiro
cada vez cuando acontece que te miro,
cuando ignoro lo que eres en mi vida;
cuando sé que te quise desde niño...
No habrá un momento que te omita mi sentir,
no harás intento de escapar de mis entornos;
una noche te haré mía intensamente a mis antojos
y así de a poco me amarás hasta morir.