VACUIDADES
Un asno, y un marrano desafiante,
con gritos belicosos se agredían:
”Tú eres más orejón, ambos decían,
y según mi entender más ignorante”
“Cuidado con tu verbo petulante”,
se dijeron los dos que discutían
sin irse de la artesa en que comían,
del modo, cada cual, de su talante.
Y un chivo melindroso y doctorado
en ciencia filosófica y abstracta
con tono circunspecto y afectado
dijo con discreción en frase exacta:
“aquel que suele estar poco informado
de su escaso saber siempre se jacta”