NAVE VELERA
No hubo naufrago en mares de la China,
en el mar del Japón, ni en las Antillas
más naufrago que yo cuando dijiste
que ya no me amas como tú me amaste.
El mar, multiplicado, me besaba
con intenso oleaje azul maligno,
huérfano de paisajes con gaviotas
que surcan desteñidos arreboles.
El cielo con linternas apagadas,
cambió su azul por ámbito parduzco
para más grande hacerme la desgracia.
Nave velera que el destino quiso,
poner en mi camino de naufragios
a tus playas de amor me ha conducido.