Estoy sumamente alarmado, pues la Biblia recomienda vivir hasta los setenta y, pasado de ahí, según las Sagradas Escrituras, todo es pesadumbre y tristeza. Mi corazón camina perfectamente, lo cual es malo, porque así no puedo esperar la bendición de un ataque cardíaco.
Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"