El azar, (tal es el nombre que nuestra inevitable ignorancia da al tejido infinito e incalculable de causas y efectos) ha sido muy generoso conmigo. El azar dice que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o de chapucero, o de ambas cosas a la vez.
Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"