Escribir un poema es ensayar una magia menor. El instrumento de esa magia, el lenguaje, es asaz misterioso. Nada sabemos de su origen. Sólo sabemos que se ramifica en idiomas y que cada...
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Cristo en la cruz. Los pies tocan… Los tres maderos son de igual altu… Cristo no está en el medio. Es el… La negra barba pende sobre el pech… El rostro no es el rostro de las l…
Será cuando la trompeta resuene, c… Ha sido en 1757, según el testimon… Fue en Israel (cuando la loba cla… Ocurre en cada pulsación de tu san… No hay un instante que no pueda se…
Aquí, lo que dejaron los puñales. Aquí esa pobre cosa, un hombre mue… que se llamaba César. Le han abie… cráteres en la carne de los metale… Aquí la atroz, aquí la detenida
El alivio que habrá sentido César… El alivio que habrá sentido Carlo… El alivio que tú y yo sentiremos e…
Las migraciones que el historiador… Las divinidades del alba que no ha… El surco del arado de Caín. El rocío en la hierba del Paraíso… Los hexagramas que un emperador de…
El hemisferio austral. Bajo su ál… de estrellas ignoradas por Ulises, un hombre busca y seguirá buscando las reliquias de aquella epifanía que le fue dada, hace ya tantos añ…
Somos el tiempo. Somos la famosa parábola de Heráclito el Oscuro. Somos el agua, no el diamante duro… la que se pierde, no la que reposa… Somos el río y somos aquel griego
Ya las lustrales aguas de la noche… de los muchos colores y de las muc… Ya en el jardín las aves y los ast… el regreso anhelado de las antigua… del sueño y de la sombra. Ya la so…
Las tardes que serán y las que han… son una sola, inconcebiblemente. Son un claro cristal, solo y dolie… inaccesible al tiempo y a su olvid… Son los espejos de esa tarde etern…
Tuyo es ahora, Abramowicz, el singular sabor de la muerte, a nadie negado, que me será ofrecido en esta casa o del otro lado del mar, a orillas de tu Ródano, que fluye fatalmente como s...
Esta noche, no lejos de la cumbre de la colina de Saint Pierre, una valerosa y venturosa música griega nos acaba de revelar que la muerte es más inverosímil que la vida y que, por consi...
... Es la hora sin sombra. Melkart el dios rige desde la cumbre del mediodía el mar de Cartago. Aníbal es la espada de Melkart. Las tres fanegas de anillos de oro de los romanos que per...
Se perdió el laberinto. Se perdie… todos los eucaliptos ordenados, los toldos del verano y la vigilia del incesante espejo, repitiendo cada expresión de cada rostro huma…
Ante la cal de una pared que nada nos veda imaginar como infinita un hombre se ha sentado y premedit… trazar con rigurosa pincelada en la blanca pared el mundo entero…
¿Qué habrá soñado el Tiempo hasta ahora, que es, como todos los ahoras, el ápice? Ha soñado la espada, cuyo mejor lugar es el verso. Ha soñado y labrado la sentencia, que puede simular ...
¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote sin dejar su aldea y sus libros. Soñará que una víspera de Ulises puede ser más pródiga que el poema...
No salió de una madre ni supo de m… Idéntico es el caso de Adán y de… Está hecho de azar. Inmediato o c… lo rigen los vaivenes de variables… No es un error pensar que nace en…
Furtivo y gris en la penumbra últi… va dejando sus rastros en la marge… de este río sin nombre que ha saci… la sed de su garganta y cuyas agua… no repiten estrellas. Esta noche,
Sin fin el mar. Sin fin el pez, l… serpiente cosmogónica que encierra… verde serpiente y verde mar, la ti… como ella circular. La boca muerde la cola que le llega desde lejos,
No habrá una sola cosa que no sea una nube. Lo son las catedrales de vasta piedra y bíblicos cristal… que el tiempo allanará. Lo es la… que cambia como el mar. Algo hay d…
Al cabo de los años me rodea una terca neblina luminosa que reduce las cosas a una cosa sin forma ni color. Casi a una ide… La vasta noche elemental y el día
El hilo que la mano de Ariadna dejó en la mano de Teseo (en la otra estaba la espada) para que éste se ahondara en el laberinto y descubriera el centro, el hombre con cabeza de toro o, ...
Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores com...
Un hombre gris. La equívoca fortu… hizo que una mujer no lo quisiera; esa historia es la historia de cua… pero de cuantas hay bajo la luna es la que duele más. Habrá pensado
Antes del alba soñé un sueño que me dejó abrumado y que trataré de ordenar. Tus mayores te engendran. En la otra frontera de los desiertos hay unas aulas polvorientas o, si se quiere, u...
Tengo un solo enemigo. Nunca sabré de qué manera pudo entrar en mi casa, la noche del 14 de abril de 1977. Fueron dos las puertas que abrió: la pesada puerta de calle y la de mi breve d...
Una pieza de hotel, igual a todas. La hora sin metáfora, la siesta que nos disgrega y pierde. La fres… del agua elemental en la garganta. La niebla tenuemente luminosa
Las naves de alto bordo, las azule… espadas que partieron de Noruega, de tu Noruega y depredaron mares y dejaron al tiempo y a sus días los epitafios de las piedras rúnic…
