Frases sencillas para un mundo complicado.
Yo solamente te quiero al final de cada noche, entre el crepúsculo y la sombra de la luna; me quiero contigo cuando duermas y alejar los fantasmas dolorosos de tu pasado. Te quiero con...
Pasan los recuerdos como nubes antes de una tormenta, los minutos, las horas, los días, las semanas, me invade la ausencia de amores entrañables y lejanos; la nostalgia empieza a calar ...
No quiero ser más un velero sin timonel, quiero anclar el vaivén de mi de destino, en el puerto de tus besos de miel; quiero en cascadas tus caricias en mis salobres tristezas; dame de ...
Hoy como ayer, tus besos saben a fuego dulce que me encienden y me elevan al mismo infierno de la pasión. Tus labios son el umbral de esa vorágine perversa que te brota del corazón; tu...
Cada mujer tiene su marca que va dejando huellas indelebles, toda mujer es un caos y también es origen; una mujer convencida de sí misma, no amenaza ni se siente amenazada; una empodera...
Hace mucho tiempo, la vida en mí se extinguía, aunque despertaba, caminaba cada día, pero en mis venas
Soledad es la sonrisa tímida que se deja entreveer mientras todos esperan cántaros de lágrimas de sal; la soledad es agradable cuando puedes beber copas de tus dolores pasados y no deja...
He sido infiel, porque permití que lágrimas negras broten de mis ojos, arrastrando las tristezas de mi alma en despojos... He sido infiel, cuando entregaba pristinos albores a quien sól...
Sé que cada noche, ella muere de angustia imaginándote lejos, ardiendo en deseos por tan solo verte, queriendo escaparse a nuestra realidad, para poder sentir un poco del fuego que arde...
Cada momento lo he vivido con intensidad, con pasión, con dulzura, aún cuando las circunstancias me provocaron dolor, ahí una sonrisa se colaba en la mirada y bastaba para continuar apr...
Otra vez yo..., la misma de ayer o quizás no, algo diferente hoy; es que ya han pasado muchas horas, minutos y segundos desde que por última vez te viera; cambié, porque más canas se su...
Desespera mi hambre de tu presencia y mirando las manecillas del reloj, acudo a nuestra cita sin testigos, al encuentro del amor y de tu voraz pasión; abres la puerta y mi cuerpo, como ...