No podemos controlar el clima,
pero en los más pequeños destellos de la vida te veo a ti,
y yo, en medio de un día soleado o bajo la lluvia te adoraría,
en la profundidad del huracán,
en lo más hondo del mar te llamaría,
sólo tú eres capaz de traerme aquella luz que me conmueve,
aún en la habitación más oscura, sé bien,
sólo tú me iluminarías.
No podemos controlar el clima,
pero aún si de la peor tormenta tú me advirtieras,
me quedaría a esperarla allí, junto a ti, mientras veo cómo caminas,
y tu risa sería mi relámpago favorito,
tus ojos el par de estrellas que necesito,
tu corazón es el sol,
mi llanto la lluvia,
y aunque no podemos controlar el clima,
te prometo guardar para siempre tu mano en la mía.