Primero es abrazalla y retozalla,
y con besos un rato entretenella.
Primero es provocalla y encendella,
después luchar con ella y derriballa.
Primero es porfiar y arregazalla,
poniendo piernas entre piernas della.
Primero es acabar esto con ella,
después viene el deleite de gozalla.
No hacer, como acostumbran los casados,
más de llegar y hallarla aparejada,
de puro dulce, creo, da dentera.
Han de ser los contentos deseados;
si no, no dan placer ni valen nada;
que no hay quien lo barato comprar quiera.