el silencio solía darme miedo
allí escondido en el closet
mis manos cubrían mi rostro sin saber si era un sueño
en la cama los peluches eran mis guardines
todos y cada uno dispuestos a defenderme
no solía mirar para arriba
quizá por miedo a ver las expresiones de la gente
ver esas miradas de enojo o decepción
me aterraba tanto que me revolvían mis entrañas
así que miraba mis manos
tampoco me gustaban las manos
solían venir en movimientos tan abruptos
que solo sentía el impacto
el ardor
poema para el día de la mama
es así como se hace?
y ver la mirada de la profesora clavada en mi
me hizo sentir que quizá así no se hacían los poemas