Conmigo estás, aunque sin ti me veo;
aunque lejos de ti, por ti respiro;
pienso que el ámbar de tu aliento aspiro
y oír tu voz enamorada creo.
Ver tu alma imagina mi deseo
en tu dulce mirada, en que me miro;
y ofrece a mi pasión, blando suspiro,
tu corazón hermoso por trofeo.
Y de tu mano la opresión querida
juzgo sentir, en mi feliz locura,
y te bendice el alma agradecida.
¡Cuánta fuera a tu lado mi ventura,
si pueden tanto embellecer mi vida
recuerdos de tu amor y tu hermosura!