Todo lo que era, fui
y fuiste tu la culpable,
terminaste por iniciarme en esto de la infelicidad
cual insecto te fuiste metiendo dentro de mi alma,
dentro de mi cuerpo, haciendo daño
sin pedir permiso, ahora canto desvelado,
el sueño no me encuentra o prefiere no venir
quien quisiera estar con los restos de hombre
que dejaste, esa tormenta con sabor a hiel.