La estudiantina pasa...
¡Alegre estudiantina de los días risueños,
que pasaste entonando nostálgica canción!
¡Salve, germinadora de todos los ensueños
que la vida ha truncado cual hórrido aquilón!
¡Feliz estudiantina que guardas el secreto
de vivir de quimeras y alentar la ilusión,
que en los catorce versos de un gallardo soneto
sabes dejar la vida y dar el corazón!
Pasaste para siempre; los hombres y las cosas
por sentencia fatídica se habrán de transformar.
Por ley fatal fenecen las más fragantes rosas
y vienen otras rosas al campo a perfumar.
La novia que quisimos en días de estudiante,
sus besos amorosos jamás nos brindará,
ni la caricia suave de su mano quemante
nuestras manos febriles a rozar volverá.
Errante por el mundo, hacia ignotas regiones,
sitiendo en el crepúsculo el alma de Chopin,
la triste caravana, nimbada de ilusiones,
recita quedamente los versos de Rubén.
¡Alegre estudiantina de los días risueños
que pasaste entonando nostálgica canción!
¡Salve, germinadora de todos los ensueños
que la vida ha truncado cual hórrido aquilón!
