Y por si fuera poco, escurrirme dentro de las notas más asiduas de tus libros queridos y atesorados, porque sí, todavía inmolado como una tipografía presta y pretonal es que provocas en los que fui literaria búsqueda del reposo de la tuya mirada, todavía repugnancia enuncien las fintas de tus iris, cabe en mí besar las estelas de tu desdén. Y si no es así, que se enuncie el advenimiento que por inercia ha de encuadrarse; si lejos de votres yemas he de estar, deshilacha y desenhebrate de las mías compulsiones. Mas si de la sangre mutua nos descubrimos signo, propongo odiarnos en un crepúsculo inadecuado y encontrar, en un punto oblicuo del infinito, el perfil de un cariño.