los rasgos de tu cara me someten
a dejar en el olvido
mis sólidos planes de cerrar los ojos.
a tu cuerpo
lo comparo con el agua:
salvaje,
codiciado;
desbordante,
incontenible.
mi cuerpo, fuego:
consumible,
soy de ti
y de ti debajo soy
combustible consumido.
yo con gracia me atizo
solo
para que me deshagas.
no pasan las horas
cuando las paso acurrucada en tu lengua.
besarnos hasta tener a Dios confundido con
el tiempo y que
deprimido nos regale
caritativo
más horas para besarnos.
besarte
hasta que Dios perplejo
deje de pedirnos explicaciones.