Basto un mínimo de segundo
Basto un mínimo de segundo para alcanzar un latido fui testigo, estoy presente y hoy lo escribo, lo mágico queda chico ala experiencia más larga pero fugaz que aun vivo.
Aun vivo y revivo su cariño como si me fuera posible olvidar semejante albedrío
Vivo otra vez y me organizo por si un tal vez a lo lejos me imagino estas convertido en aquel que de aquel sea digno.
Nada existe, no ha existido solo en la almohada se consuela con olvido mientras la esperanza narra un suspiro.