Recuerdo a la cristalina agua
deslizándose lentamente
entre tu y yo.
Recuerdo a las sabanas blancas
que caían suavemente hacia el suelo
sin sonido alguno.
Aquellos detalles como el cálido abrazo
en la madrugada.
O solo el beso apasionado y secreto
cómplice de nuestros labios.
O de mi alocada manera de jugar
con mis cabellos desordenados.
O tu metódica manera de ser
y graciosa manera de cantar.
Son solo por estos momentos
tiene sentido la vida
no aquella que cuida las formas
de la sociedad
es aquella la verdadera que te
trae nuevamente a soñar.