Caminé senderos sencillos
logrando metas sin valor
tomé riesgos oportunos.
Gané lo que perdí
Escalé montañas
Busqué palacios y oropel
Lucí orgulloso mis laureles
de cartón y de papel
Asalté balcones,
Chozas, camas
Me embriagué de vahos
De orgullo y vanidad
Pedí, gané,
tomé, di.
Robé, cedí,
confié, perdí
Dormí, soñé.
Y desperté.
Dejé caer pesados
Los mismos brazos
Que luego levanté
Saqué las conclusiones
Contundentes y preclaras
Que luego desmentí
Benditos sean
sencillos los senderos
También benditas
las metas sin valor
La paz, la calma o el silencio
bendita sea desde siempre
cada muestra de verdadero amor