Dolor el de la serpiente que no po… Cómo no tener el veneno de saludo ignorando la fácil solución de inc…

Mi poesía es como la siempreviva paga su precio a la existencia en término de asperidad.

Las seis de la mañana partiendo a gritos del reloj: de n… la catedral de luz derribará sus m… sobre mi caminante corazón que descansaba.

Encallecido privilegio este orgull… no se rían. Yo, que he amado hasta tener sed d… yo que olvidé los nombres y no las… ahora moriría fieramente por la pa…

En El Salvador la violencia no se… la partera de la Historia. Será también la mamá del niño—pueb… para decirlo con una figura apartada por completo de todo pate…

Yo sería un gran muerto. Mis vicios entonces lucirían como… con esos deliciosos colores del ve… Habría flores de todos los aromas… e imitarían los adolescentes mis g…

Finaliza Septiembre. Es hora de… lo difícil que ha sido no morir. Por ejemplo, esta tarde tengo en las manos grises libros hermosos que no entiendo,

Poesía Perdóname por haberte ayudado a co… que no estás hecha sólo de palabra…

Conozco perfectamente mi dolor: viene conmigo disfrazado en la san… y se ha construido una risa especi… para que no pregunten por su sombr… Mi dolor, ah, queridos,

Amo tu desnudez porque desnuda me bebes con los po… como hace el agua cuando entre sus… Tu desnudez derriba con su calor l… me abre todas las puertas para que…

Y sin embargo, amor, a través de l… yo sabía que al fin iba a quedarme desnudo en la ribera de la risa. Aquí, hoy,

Los hombres en este país son como… mueren siempre demasiado jóvenes y son propicios para la idolatría. Raza dañada. La estación de las lluvias es el ú…

Yo escribí de los muertos sin saber de sus rudas zarabandas… Fue cuando murió mi primer hijo y mi novia murió a su manera y mi madre se quedó sin morir pero…

Era la época en que yo juraba que la Coca Cola uruguaya era mej… y que la nacionalidad era una cóle… como cuando una tipa de la calle B… no me quiso vender otra cerveza

Un hombre sale al patio trasero de… (ahí no llega nunca el duro viento… tiene en sus manos una pequeña cop… y se mesa con cariño el cabello aquí las canas del hambre