A Victoria vos llegabas con tu libro yo llegaba con mi libro siempre al mismo banco donde garabateamos

Dónde habrán ido a parar sus vidas qué otra cosa lejos abrió caminos y arboledas y distancia. Hoy, en esta tarde lenta donde el sol se destiñe

Relojeo con recelo los relojes que rompen con rapidez los ratos de recreo y a los que retardan los ritmos que remolcan al reposo relajado. y me sofoca una soñolencia que me somete al so...

Hoy, que eres mi amante y me acaricias con tus lentas mano… con tu soledad lánguida, y te afliges junto conmigo apoyándote en mí pecho

Esta posdata se aventaja a la cart… porque quiere llegar rápido a sus… Van a pasar veranos y estaciones, seguramente, van a pasar viajes, distancias y sucesos,

Hasta que amarte me seque los labi… y con tu cuerpo y tu ígnea alma vi… hasta que mis brazos sean un nido donde te acerques a cobijar tu pie… y no sea yo una promesa sino una f…

Una balada triste te recuerda al día siguiente cuando con su tac… las manos solas se van asiendo a l… y la flor mustia en un rincón evoca también una fragancia

En la tarde cualquiera el bagaje íntimo excede, se sale de sí, brusco e insolente, y tira por la ventana la calma; da sus condolencias

quiero decirte algo, algo que no tiene nombre como algo sin cuerpo que te busca porque te sabe algo que te sueña

Cuando te acercas, todo en mí entra en revolución Todos mis astros son atraídos hacia ti ¿Será de gravedad?

Allá, cuando un día del horizonte, cuando el tiempo se haga lejos, y en caminos desparejos, yo te can… cuando mi único consuelo sea aunque sea tu nombre

Qué maldito dios, qué satán bonachón atrevió el esplendor de la mujer feroz animal

Siempre queda algo por decir, siempre, algo queda en el tintero, o se deja al final para que al ojearlo

II Qué astuto ardid trama con cautela la férvida ansiedad tajante y míse… que se corrompe activa y sin tregu… un contrarío pulsa los esquivos ti…

Están allí, bajo las luces de la sombra, en lo más adentro de la niebla, como velados en las fotos, disimulados tras las plantas, escondidos siempre de espalda en los espejos, casi sobr...