(1919)
#EscritoresCubanos #SigloXIX #SigloXX
Mis rimas tenebrosas, cual brunas mariposas nacidas de las viejas, las ignorad… son lampos imprecisos de nítidas c… que tienen de lo extinto romántica…
En tanto corre el tren, cercas y v… llados huyen paralelamente hacia atrás; los postes telegráficos se… nan hacia la carrilera; y la playa… a un chamizo carbonizado que parec…
Tuvo el Emperador romano alguna aberración senil consoladora sueños como cambiantes de la luna, ansias como celajes de la aurora. Tuvo el Emperador nefasto y grave
Llueve, ranchea y zumba el viento. El agua emperla el nublado gris y se quiebra la lluvia como un lam… psíquico sobre el techo de zinc. Calma. Se aclara el cielo en brev…
Mirándote desnuda junto al lecho, como un ensueño que se hiciese vid… pongo un beso de amor –ala encendi… entre las prominencias de tu pecho… En tanto bebo la fragancia suave
Ocres, bermellones, pardos y ceniz… entre la hojarasca se enreda el oc… el ramaje cuelga compungido y laso hecho por los cirrus acromadas tri… Como el ojo horrendo de un borrach…
“El pistilo es el pene de la flor.… _¡Ave María Purísima! ¿Quién ha dicho ese horror?
Con el beso solemne que la Aurora a la Tierra le ofrenda antes que el Sol asome su cuadriga y los cielos encienda, me incorporé en el lecho, ensombre…
Frente a la luna argentada del espejo, se retoca el carmín que da a su boca los tintes de la granada. Frente a la luna argentada
Han caído las penas dolientes de la noche. Poco brilla la luna. Bajo sus nácares sin fortuna se perfilan los torvos salientes de la iglesia rural. Una torreta
Banderas de los escuadrones del ocaso, os contemplo en la plata serena del río, sobre el manglar orante. Que al encanto lumíneo de la hora
Del horizonte al cenit, y entre gu… De masas nacarinas, índigo, pru– sia, celeste. Las nubes _imitativa… todas las formas_ son: montañas, f… tas y frondas. La luz del mar se l…
Cielo azul, verdes manglares, calvas colinas; y el río que al pasar junto al bohío aquieta sus alamares. Garzas de leves andares,
Pelo corto y negro, (toca que ata cinta colorada) voz que un sortilegio evoca, ojos de sierpe encantada, frente fugitiva, y boca
Carbón y negro azul en la maleza, perla entre la maraña del celaje, y una melancólica tristeza que se efunde del alma del paisaje… El agua rueda con letal pereza;