Las tierras, las tierras, las tier… las grandes, las solas, desiertas… Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna.

Es más, estáis de acuerdo con los asesinos… con los jueces, con los legajos turbios de los min… con esa bala que de pronto puede h…

Yo, marinero, en la ribera mía, posada sobre un cano y dulce río que da su brazo a un mar de Andalu… sueño en ser almirante de navío, para partir el lomo de los mares,

Ángeles malos o buenos, que no sé, te arrojaron en mi alma. Sola, sin muebles y sin alcobas,

«¿Son hombres de rodillas sobre el… perros, terribles monos sobre el m… movidos por dos hojas de madera, gritando, aullando, limándose los… contra el filo movible de las olas…

Aquí una casa, querida, sólo con cuatro balcones, sólo con cuatro cortinas, sólo con dos corazones y un espejito, mi vida.

¿Qué es un olivo? Un olivo es un viejo, viejo, viejo y es un niño con una rama en la frente

Sal tú, bebiendo campos y ciudades… en largo ciervo de agua convertido… hacia el mar de las albas claridad… del martín-pescador mecido nido; que yo saldré a esperarte, amortec…

Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…

Venis desde muy lejos mas esta lej… que es para vuestra sangre que can… La necesaria muerte os nombra cada… no importa en que ciudades, campos… De este pais, del otro, del grande…

Si Garcilaso volviera, yo sería su escudero; que buen caballero era. Mi traje de marinero se trocaría en guerrera

No quiero, no, que te rías, ni que te pintes de azul los ojos, ni que te empolves de arroz la car… ni que te pongas la blusa verde, ni que te pongas la falda grana.

«—Sería de aquí, de Toledo, de una de estas calles quebradas, de estas grietas profundas por donde un hombre con los brazos en cruz no cabría; de uno de estos enjutos pasillos, hechos m...

Toma y toma la llave de Roma, porque en Roma hay una calle, en la calle hay una casa, en la casa hay una alcoba, en la alcoba hay una cama,

¡Traje mío, traje mío, nunca te podré vestir, que al mar no me dejan ir! ¡Nunca me verás, ciudad, con mi traje marinero;