...
tu mano de uva blanca
tus cejas de naranja blanca y pálida
tu cristal, tus dientes y encías blancas
tus dedos de agua marina y nácar perfecto;
tus hojas agudas y tu sexo de agua
toda la noche llueves
abres mi pecho en plena orgía de abejas
bebes mi llanto y mi vulnerabilidad
cierras mis ojos con tus manos de acequia
llueves sobre mis huesos, sobre mis dientes
te paseas por mis vertebras
y hundes raíces de agua en mi pecho de sal
hundes todo el amor dentro de mi alma
y plantas un árbol de agua en mis orillas.
Yo me pierdo en tus ojos:
ojos de plaza pública; inmensos monumentos
de piedra, inmensas bahías de sacos amarillos.
Vas por mi memoria sin fin, asco del big bang.
Vacías puertas de un salón abierto,
en mis manos ya se pudre la sombra y el nacimiento;
arden las joyas sin que nadie las toque
ardo yo sin que nadie se adelante a mi creación.