Quisiste ser ave para volar sin rumbo fijo;
Más solo fuiste hombre en este mundo impío.
Quisiste ser viento para huir sin que nada lo ate;
Más fuiste hombre en este mundo delirante.
Quiste ser lirio que adorna los valles,
Más fuiste hombre que vive harto de desaires.
Quisiste ser mar impetuoso y atemorizante;
Más fuiste hombre, cautivo en tus cautividades.
Quisiste ser sol que despunta tras las montañas;
Más fuiste hombre, saturado de sus jornadas.
Quisiste ser silencio para silenciar el murmullo del manantial;
Más fuiste hombre, alma anhelante del don celestial.