Cuando te cansas de la perfección que te gobierna,
y ya no sos, ni sentís..
Ahí es cuando empieza el cambio, o debería.
Ahí es cuando te desencadenas de los prejuicios.
Porque si, al final, sin compromisos ni ataduras.
solo deseamos LIBERTAD.
Encontrar que nos llene y nos libere, no es poca cosa,
en este “mundo mundano”, consumido por el capitalismo,
y el poder, invadido del no ser, reprimido y explotado.
Privilegiados y afortunados, son aquellos que la obtienen
y la gozan, porque sin tantas vueltas, la libertad,
es todo un arte.
Difícil de apreciar para algunos, y tan anhelado por otros.