Tarde de otoño recuerdos de antaño el amor de su vida su corazón llenaba se envenenaba el alma
Ese sentir sereno que acompaña tu… reclama para si el cielo, la tierr… eres orgullo presuntuoso de quien… buscando sentido entre silentes mo… acompañas el ser dejando de tener…
En la armonía del momento el silen… que rompe la melodía de las odas dejando revertir contra las rocas la injusticia del destino sentenci… Felonía que acuciante avanzando
Un, dos, tres, contaba Luisillo arrimado a la par… Cuatro, cinco, seis, se rasca, le pica la piel del pie. Siete, ocho, nueve, diez,
Dulce tarde de otoño junto al cálido hogar repiqueteas en la ventana invitándome a pasear la mirada inquieta
Carne y sangre nos unen, imperan lazos que nutren, fuiste vida en mi ser, eres ser de mi vida. Luz que me indica el camino,
!!NO¡¡No, nada es la palabra que mi mente rebusca que mi cerebro clickea que mi mano reescribe. No, nada es la palabra
Como gota de agua brilla tu piel entre la bruma de la noche y la alborada equidistantes momentos
Encarcelados los sentidos se liberan cuando a mi vera caminas, entrecortándose tus suspiros... Abrazando-te
En ese interior mio que tan celosamente guardo se entreteje mi destino, hojas secas ondean al viento cubriendo las huellas del camino,
En el pajar de la abuela, esconden los huevos las gallinitas presurosas miran a un lado y otro, con su pico el heno hacen un lio. Los niños llegan corriendo, chilla…
No es tu mirada la de siempre, no brilla en la sombra de la noche… tu sonrisa delata ¿Dolor? ¡No! Sólo necedad,
Pececitos de colores, brillan por doquier. En la superficie del lago quietecitos están ¡Eh! Mirad ahí van.
Encapsulado el tiempo reclama su momento el pretérito imperfecto que marca el minutero. Tiempo cuan breve