(1884)
#EscritoresMexicanos Modernismo (1876-1891) Poesías varias
Cuando a la sala entré, la luz ten… del velador tras la bombilla opaca… y hundida muellemente en la butaca con languidez artística leías. Cerraste el libro al verme, nos ha…
Ora blancas cual copos de nieve, ora negras, azules o rojas, en miríadas esmaltan el aire y en los pétalos frescos retozan. Leves saltan del cáliz abierto
Las novias pasadas son copas vacía… en ella pusimos un poco de amor; el néctar tomamos... huyeron los d… ¡Traed otras copas con nuevo licor… Champán son las rubias de cutis de…
Idos, dulces ruiseñores: quedó la selva callada, y a su ventana, entre flores, no sale mi enamorada. Notas, salid de puntillas;
¿Por qué de amor la barca voladora con ágil mano detener no quieres, y esquivo menosprecias los placere… de Venus, la impasible vencedora? A no volver los años juveniles
¡En tus abismos, negros y rojos, fiebre implacable mi alma se pierd… y en tus abismos miro los ojos, los verdes ojos del hada verde! Es nuestra musa glauca y sombría,
Prostituir al amor... llegar arter… de noche, entre las sombras recata… esquivando los pasos y, mañero, la faz hundida y el embozo alzado. Tender la escala; con la vista ale…
Tiene el amor su código, señora, y en él mi crimen pago con la vida… Así es mi corazón: ama una hora, es amado después y luego olvida. En este tren expreso en que viajam…
Anoche, mientras fijos tus ojos me… y tus convulsas manos mis manos es… tu tez palideció. ¿Qué hicieras —me dijiste—si en es… tu luz se disipara, si se rompiera…
¡Oh, qué dulce canción! Límpida b… esparciendo sus blandas armonías, y parece que lleva en cada nota muchas tristezas y ternuras mías. ¡Así hablara mi alma... si pudiera…
El tesorero Espinosa ha fabricado una casa, y así se explica la cosa: la tesorería, escasa, y ésta es casa de Espinosa.
Madre, madre, cansado y soñoliento quiero pronto volver a tu regazo; besar tu seno, respirar tu aliento y sentir la indolencia de tu abraz… Tú no cambias, ni mudas, ni enveje…
Descienden taciturnas las tristeza… al fondo de mi alma, y entumecidas, haraposas brujas, con uñas negras mi vida escarban.
¡Huyen los años como raudas naves! ¡rápidos huyen! Infecunda Parca pálida espera. La salobre Estigia calla dormida. ¡Voladores años!
Boileau se queda en el aula y Voltaire en la ciudad. ¡Musa, al campo! ¡Abre la jaula! ¡Señores versos, entrad! Alce la oda en el bosque